Pelayo Díaz nos abre las puertas de su nuevo hogar en el corazón de París, un piso que parece salido de un sueño. Ubicado en un edificio lleno de historia, con techos altos y detalles arquitectónicos que respiran puro encanto parisino, la luz natural se cuela a raudales por los grandes ventanales, llenando cada rincón de magia y vida.
El sofá modular Fogler en borreguito se convierte en el protagonista absoluto, con su textura cálida y envolvente que invita al descanso. La alfombra Daroca de tonos neutros, la lámpara Cambrea y las mesas de centro Biyota completan este espacio, equilibrando funcionalidad y estilo.
En un rincón especial del salón, nuestro sillón en borreguito Nicxon se convierte en el lugar perfecto para perderse entre las páginas de un buen libro. Su ubicación estratégica lo convierte en un refugio íntimo y personal, ideal para momentos de calma.
La paleta de colores del salón gira en torno a los tonos beige, que acentúan la serenidad y la amplitud del espacio. La luz que entra por los altos ventanales resalta cada detalle, creando una atmósfera luminosa y tranquila que invita a disfrutar de cada instante.
Al lado del sillón, el espejo Zastron de gran tamaño añade un toque de elegancia y funcionalidad. Además de potenciar la luz del espacio, se convierte en el aliado perfecto para capturar los mejores looks de Pelayo, aportando personalidad y estilo al conjunto.
La gran isla central es ideal para disfrutar de un desayuno relajado o un buen café por la mañana, dejando que la armonía del espacio se haga presente.
En el dormitorio, nuestra cama en borreguito Winselet con canapé se convierte en la pieza estrella, orientada hacia las vistas más bonitas de París. La luz natural, siempre presente, envuelve esta estancia con un aura única, convirtiéndola en un refugio de paz y descanso.
Nuestra mesa auxiliar de cemento con look travertino Darwys, coronada por la lámpara Galva, aporta un toque moderno. El espejo Evelyn en terciopelo beige y el sillón giratorio Sernin completan el conjunto, creando una composición equilibrada y serena.
El piso de Pelayo en París es mucho más que un hogar; es una declaración de estilo, personalidad y sofisticación.Cada estancia, cada pieza, cada detalle ha sido cuidadosamente elegido para reflejar su esencia. Este proyecto es la prueba de que el interiorismo puede transformar espacios en verdaderos refugios llenos de vida, luz y encanto. Una historia que inspira a vivir con belleza, comodidad y diseño.